He dicho antes, en un breve ensayo destinado al radio, que la autora Gilda Cruz Revueltas nos recuerda al Creador de las religiones, al ser capaz de crear cosas iguales o distintas. Es imitativa e inventiva, como la naturaleza: su poesía hace coincidir el ritmo particular con el ritmo universal, el microcosmos con el macrocosmos, y logra la libertad cercana al verso libre cuando es genuino y no irresponsable ni libertino. Es creacionista como Gabriela Mistral sin sus temores y como Huidobro con paisajes campestres en vez de paisajes urbanos. Podemos ver todo esto en el libro Estaciones en el ascenso a montaña (2010) Emiliano González. Escritor, febrero de 2019