Rosemary Gordon, miembro influyente de la llamada Escuela de Londres de psicología analítica, se ha ganado un lugar especial dentro y más allá de ésta, gracias a su mente creativa y extraordinaria capacidad para construir puentes. Conectar las diferentes partes y tendencias internas conduce a una mayor integración de la personalidad y puede permitir a los pacientes descubrir puentes más sólidos hacia las personas que los rodean y experimentar relaciones más satisfactorias. Estos puentes ofrecen un nuevo punto de vista desde el cual reexaminar temas clínicos como la psicodinámica del narcisismo y el significado del masoquismo y otras perversiones. Tales reexaminaciones tocan descubrimientos antropológicos como el mito de la creación de la tribu ashanti y su interpretación psicológica, y rinden tributo al amor especial de Gordon: los procesos creativos en el arte y la literatura.