El marketing es un intercambio de recursos con valor transaccional, que se realiza para satisfacer necesidades. Desde el punto de vista económico, esta satisfacción produce un equilibro transitorio entre la oferta y la demanda, puesto el centro de atención en el ser humano. El que decide la acción es el cerebro, que percibe naturalmente una realidad y crea patrones de comportamiento que cada persona representa de manera diferente. El neuromarketing, como filosofía metodológica, forma parte de diferentes ciencias, disciplinas científicas, metodologías, técnicas y nuevos pensamientos, tales como Neurociencia, Marketing, Pensamiento sistémico, Programación neurolingüística, Modelos mentales, Inteligencias múltiples, Ontología del lenguaje, o Administración en general. En términos de neuromarketing, el núcleo principal del sistema social es el ser humano en su rol de cliente, sujeto del deseo, al que se intenta comprender y complacer. Cuando se conocen sus percepciones, inteligencias múltiples, modelos mentales y representacionales, es decir sus formas de pensar y actuar, es posible satisfacer mejor, en forma permanente y sostenible, esa relación de intercambio de valores. A través del neuromarketing, se pretende recrear y mejorar el vínculo de confianza con los clientes.