Apología del Barro

Algo de esto está contenido en El nacimiento, un poema que recuerda el paso desde el pañal a la mortaja, como lo consignó Quevedo en el siglo XVII, pero el español valida el tiempo transcurrido entre uno y otro momento. En cambio en Cayupán el hecho de nacer a la vida viene ya envuelta en su propia muerte, lo cual le otorga a la expresión la audacia que establece que se nace para la muerte: Al nacer / también lo hizo mi muerte / en alguna parte. Profundiza luego el tema para revelar tal vez las tragedias inherentes del hombre en el proceso de vivir cuando agrega: Me nacieron / y algo de mí venía frío / quizás la sombra. Hay también en su poesía una desconcertante simultaneidad de miradas que mediante la técnica de volver inútiles los accidentes gramaticales de las palabras, mezcla atropelladamente y confunde personas singulares y plurales mientras el sujeto es uno solo. Esto está presente en el poema Fin. Allí leemos en una formidable estrofa: Bajo la neblina madura / esperó su turno / en el frío más barato del andén / Bajo una niebla / que ocultó todo a su paso / hasta nuestros nombres / acompañada de un cigarrillo / aguantó el relente de la noche. Lo mismo ocurre al decir: En completo hermetismo / desaparecí por la acequia / Al marcharme silente / aguardó en la estación / echada a su suerte. Por otro lado, siendo éste un poema de amor que concluye, uno de los modos para expresarlo sigue un camino tan sobrio como desusado que se expresa con un verso otra vez formidable para mostrar sutil y novedosamente la intensidad de aquella vez cuando se amaron. Acá se vale de la simultaneidad numérica cuando afirma: Una sola vez te amé todas las madrugadas. Doctor en Literatura Luis de la Barra A. U. de la Frontera Febrero, 2014 ____________________________________________________________________________________________________________________________________ Cristian Cayupán Mora (Puerto Saavedra, 1985): Escritor, editor y director de la revista literaria Comarca. Fue miembro del Círculo de Escritores Juvencio Valle de Nueva Imperia, en la región de La Araucania, donde dirigió la revista Letras del sur. Ha publicado los libros: Poemas prohibidos (2007, editorial Rodarte), Reprimida ausencia (2009, Comarca ediciones) y Usuarios del silencio (2012, Comarca ediciones). En 2016 publica por la editorial Inubicabilistas El hombre y su piedra.