Manual de enfermedades anorrectales en la práctica clínica

Las razones para escribir un libro en el ámbito de la medicina son variadas y van desde mantener actualizado al grupo de lectores seleccionados (estudiantes, residentes, especialistas, etc.) respec-to a un tema específico, el deseo de compartir la experiencia de un grupo de expertos y transmitir información práctica y sencilla para aplicarse en el día a día del ejercicio de la medicina hasta si-tuaciones como motivos curriculares y personales. Si bien los autores pudieron haber seleccionado cualquiera de los motivos anteriores, escribir un libro acerca de enfermedades anorrectales pudiera resultar curioso. Sin embargo, más que por curiosidad, esta obra se escribió por una necesidad detectada a lo largo de la vasta y amplia expe-riencia de un experto como el autor. ¿Cuál es esta necesidad? La necesidad de difundir un conoci-miento práctico y aplicable acerca de un grupo de trastornos que son muy frecuentes y aquejan a un gran porcentaje de la población mexicana. Por ejemplo, sabemos que cerca de 15 a 20% de los mexicanos sufren de estreñimiento crónico, y este padecimiento es uno de los que más se asocian a patologías anorrectales, como la fisura anal, la enfermedad hemorroidaria y el prolapso rectal. Por otro lado, en múltiples estudios acerca de la epidemiología de los trastornos funcionales diges-tivos en México es de llamar la atención que las proctalgias tienen unas de las prevalencias más altas, inclusive por arriba del síndrome de intestino irritable y la dispepsia funcional. Así pues, a lo largo de estos 17 capítulos los autores describen los conceptos epidemiológicos, de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades anorrectales más comunes en la práctica clínica. Sin ser afamados literatos, los autores esperan que la descripción acerca de los temas tratados sea de utilidad para el lector, aunque tienen pleno conocimiento de que no lo plasman de la mane-ra tan sencilla y exquisita como lo hubiera hecho el premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, haciendo referencia del acto de la defecación en su obra Elogio de la madrastra: Don Rigo-berto entrecerró los ojos y pujó, débilmente. No hacía falta más: sintió al instante el cosquilleo bienhechor en el recto y la sensación de que, allí adentro, en las oquedades del bajo vientre, algo sumiso se disponía a partir y enrumbaba ya por aquella puerta de salida que, para facilitarle el pa-so, se ensanchaba.